El Morito

Café de tueste natural

Desde 1994, la familia Monterroso ha cultivado café en la Finca El Morito. La finca, rodeada de una densa sombra natural de cedros y un ecosistema diverso, permite el crecimiento óptimo del café, reflejando en cada taza un equilibrio entre tradición y respeto por la naturaleza.

Cada cereza es recolectada a mano por trabajadores locales, asegurando que solo los frutos en su punto óptimo lleguen a la siguiente etapa del proceso. Creemos que la calidad comienza en el campo, y es nuestra responsabilidad mantenerla a lo largo de toda la cadena de valor, hasta llegar a la taza.

Anacafé 14 es una variedad híbrida desarrollada en Guatemala, reconocida por su resistencia a la roya y su capacidad de adaptación a altitudes elevadas, a partir de los 1,600 metros sobre el nivel del mar. En Finca El Morito, este café se cultiva bajo sombra natural, con fertilización orgánica, garantizando una producción sostenible y de alta productividad. Su proceso de lavado completo con fermentación controlada preserva la calidad de cada grano, logrando una taza excepcional incluso en condiciones climáticas extremas.

Cada cereza se cosecha en su punto óptimo de maduración, cuando alcanza un intenso color rojo sangre, asegurando una concentración ideal de azúcares y evitando fermentaciones indeseadas. Tras la recolección, el café se despulpa sin agua en el molino húmedo para conservar la mayor cantidad posible de mucílago, aportando dulzura y complejidad a la taza.

Los granos pasan luego a tanques de hormigón donde fermentan bajo condiciones controladas durante 48 horas, un proceso clave para definir su perfil sensorial. Posteriormente, se lavan en canales tradicionales conocidos como correteos, utilizando agua potable para asegurar su pureza. Finalmente, el café se seca lentamente en patios durante 15 a 18 días, desarrollando sus características únicas de sabor y cuerpo.

Conservar en lugar fresco y seco.